Publicado en El Tony Extraordinario 350, el 4 de febrero de 1975, con guión de Emilio Pino y dibujos de Rosello.
Comentarios del Autor (Emilio Saad):
Ésta historieta está entre mis preferidas en la primera
etapa mía dentro del género. Durante mucho tiempo (casi cincuenta años)
pensé que había sido rechazada. Luego, gracias al amigo Gustavo de
Columberos, me enteré de su publicación; y por gentileza de él y de la
página, puedo verla posteada como ahora.
Las
razones de mi interés por "Hans" son varias. Tal vez -ante todo- sea la
primera aparición de un personaje que después, con diversas variantes,
va a ser típico de mis trabajos. Ese marginal ambiguo, enfrentado a su
medio y también enfrentado a sí mismo; disconforme, reflexivo, capaz de
reconocer su culpa, pero no dispuesto a rendirse ante las normas; y, a
la vez atormentado por una ética que siente que traicionó. Un personaje
que es capaz -sobre todo- de súbitas pasiones y, también, de súbitas
enmiendas. En el caso de "Hans", consta -además- la sorpresa. Él se
sorprende de haber caído tan bajo como para acompañar a unos matones a
cometer un crimen. Se siente una especie de extraño en su propia vida.
Luego con la misma extrañeza, revertirá sopresivamente la situación y
terminará enfrentando a esos matones. Hay un "¿cómo es posible?" que
nunca se dice, pero flota en toda la historieta. Rosello, el dibujante
-con una línea a lo Lito Fernández- hace un Hans demasiado pulcreo y
bien vestido. Tampoco refleja la oscuridad que pide la historia. Porque
todo ocurre de noche, en una casa que debía estar llena de muebles y
sombras. Aún así, el relato visual puede seguirse con facilidad, lo cual
es un mérito; y un par de escenas de acción están muy bien resueltas.
Descarga: Unitario - Hans, Los Ojos Sorprendidos
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