Ficha técnica:
Género: Suspenso - Terror
Guión: Douglas Moore (Emilio Saad)
Dibujos: Demián y Emiliano Parmeggiani
Páginas: 11
Publicación: Fantasía Todo Color 76
Fecha: 11/1993
Extras: Publicidad La Roca, adelanto próximo número, índice y portada
Sinopsis del capítulo:
Un misterioso sujeto se le aparece a
Randy y lo sorprende haciendo un par de saltos impecables y corriendo tan
rápido que en pocos segundos desaparece de su vista. El joven se pregunta si
realmente existe alguien así o solo se trata de su imaginación. Los efectos del
suero parecen haberse retirado y Randy se pregunta si será capaz de repetir
alguna proeza deportiva.
A pesar de que Randy insiste en que
está retirado, Parker le asegura que quiere volver a competir, aunque aún no
puede admitirlo. El sujeto de los saltos reaparece y finalmente acepta hablar
con él, pero solo para desafiarlo a que conteste la pregunta de quién es el
mejor de los dos. La seguridad del muchacho indigna a Randy y además una nueva
luna llena es inminente.
* Se trata del episodio número 19 en orden de lectura, aunque aparece impreso con el número 11.
Comentarios del autor acerca de este episodio:
ATENCION: Incluye spoilers acerca de la trama del capítulo.
Como dije antes, la competencia y la
ambición son las claves de la serie. Aquí volvemos a encontrarlas.
Randy es desafiado permanentemente
por un misterioso corredor, capaz de saltos inauditos. Este competidor aparece
de la nada, lo desafía y corre, da algún salto espectacular y luego desaparece.
Randy no tiene dato alguno de él y no lo comprende. Incluso llega a pensar que
ha sido una alucinación. De hecho, supone que nadie puede, normalmente, dar
semejantes saltos o correr con tal velocidad. Esto lo lleva insensiblemente a
probarse a sí mismo. Parker, su entrenador -que desde que Randy volvió espera
que retome su carrera- alienta esos intentos.
Nuestro deportista logra demostrarse
a sí mismo que sigue siendo bueno y que sus saltos siguen siendo
espectaculares. Ya no tiene la multiplicada fuerza de un lobo. Es simplemente
él, con su potencial humano. Y es capaz de importantes hazañas.
En la siguiente noche de luna llena,
el doctor Murray le pide que se aísle en el laboratorio ante la posibilidad de
que, pese a todo, el lobo vuelva a él. Y está allí, aislado, pero por la
ventana se le aparece el misterioso corredor y lo desafía otra vez a correr. Competitivo
como antes y como siempre, Randy acepta. Se escabulle del laboratorio y correrá
con su contendiente una, diez y cien vueltas bajo una luna llena cada vez más
grande.
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