Don Francisco Páez Saravia siente que ha sido muy ingrato con su hijo Julián. Desde la muerte de su esposa se ha mantenido ocupado en los negocios la mayoría del tiempo y ha descuidado al jovencito. Para comenzar a enmendar su error decide llevar a Julián a la inauguración del zoológico de Buenos Aires donde termina socorriendo a un hombre enfermo que se le acerca.
Días después los titulares de los diarios anuncian que la fiebre amarilla se está propagando velozmente por la ciudad. Urquijo, el secretario de Don Francisco, le aconseja enviar a Julián al campo para protegerlo, aunque el muchacho se niega. Don Francisco cae enfermo y Urquijo ve la posibilidad de quedarse con su fortuna antes de que muera, aunque no cuenta con que Julián descubre sus planes.
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