Marina y su amiga Susana viajan a Mar del Plata para pasar sus vacaciones, pero a poco de llegar un desperfecto en el auto las deja varadas a la orilla de la ruta. La oportuna aparición de Sebastián Romano permite que las muchachas puedan llegar a destino y la atracción que nace entre el joven y Marina es difícil de ocultar.
La relación entre Marina y Sebastián
crece a la par que pasan los días y ella está segura de que no se trata solo de
algo pasajero. En el mientras tanto, la joven recibe un llamado de su madre
que, luego de varios años de viudez, le comunica que ha comenzado a salir con un
hombre. Un llamado telefónico que Marina atiende por equivocación parece
revelarle que ese hombre no es otro que Sebastián.
Este unitario, escrito por Armando Fernández y con dibujos de Percy Ochoa, fue publicado en la revista Intervalo Anuario 52, en diciembre de 1994.
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