Ficha técnica:
Género: Suspenso - Terror
Guión: Douglas Moore (Emilio Saad)
Dibujos: Demián y Emiliano Parmeggiani
Páginas: 12
Publicación: Fantasía Súper Anual 30
Fecha: 28/03/1989
Extras: Adelanto próximo número, índice y portadas
* Escaneo de Miguel Carlucci
Sinopsis del capítulo:
Randy siente que algo no anda bien
desde que le inyectaron el suero gracias al cual pudo ganar la Carrera
Internacional de Salto con Vallas. Siente que algo está a punto de estallar
dentro de él. El doctor Murray le pide que se tranquilice y se mantenga en
contacto, aunque le oculta la transformación que acaba de experimentar el perro
al cual también inyectaron el suero.
Mientras tanto, un jovencito llamado
Sid intenta convencer a sus compañeros de clase que Randy es su amigo y llega a
decirles que le regaló la camiseta con la que ganó la carrera. Los muchachos
creen, con razón, que es una mentira y lo desafían a llevar la camiseta a la
clase. Sin muchas opciones, Sid decide aventurarse por la noche hasta la casa de Randy
para tratar de conseguir el trofeo. Pero, la inmensa luna llena despierta
algo aterrador…
* Este episodio fue publicado junto al número 5, "El lugar del lobo", razón por la cual no incluye portadilla con el nombre del capítulo, los datos de los autores y el número de guión.
Comentarios del autor acerca de este episodio:
ATENCION: Incluye spoilers acerca de la trama del capítulo.
Llegamos al episodio culminante de
la serie. El pico de la montaña. Todo lo escrito antes iba en dirección a él; y
todo lo que se escriba en adelante será el devenir desencadenado, desenrollado
y cuesta abajo de un personaje atrapado en el horror, pero (y tuve mucho
cuidado en sostener esto) aun así aferrado a la vida.
Una vida que tiene noches de furor y
culpa, pero también márgenes diarios de tranquilidad como para que ese pobre
Randy Barret sienta que, aunque más no sea por eso, vale la pena seguir vivo.
Recuerdo que cuando me planteé este
episodio supe que tenía que presentar la máxima amenaza confrontada con la
máxima vulnerabilidad. No sólo debía haber conflicto: yo tenía que presentarlo
en su grado más dramático. (Por supuesto que el que suscribe no inventó este
sistema. Se viene haciendo desde tiempos inmemoriales. Por ejemplo, en todos
los cuentos de hadas, desde Pulgarcito a Caperucita Roja.)
Por lo tanto, Randy se transformaba
en lobo durante una noche de luna llena, en la cual un chico de diez u once
años se metía en su casa. El chico, un incurable mentiroso, les ha dicho a sus
amigos que tiene una camiseta del campeón Randy Barret. Sus amigos,
desconfiados, le exigen que al otro día la lleve a la escuela. El pibe piensa
pedirle una camiseta a Randy y, si es necesario, comprársela. Durante toda la
tarde da vueltas alrededor de la casa del deportista sin atreverse a encararlo.
Finalmente, a la noche, se decide.
Y, naturalmente, llega en el peor
momento. Ha comenzado la horrorosa trasformación del dueño de casa. Me gustaría
que el lector descubra por sí mismo lo que le ocurre a ese Randy espantado de
sí mismo. Y a ese chico que no sabe que se ha metido -como se decía antes- en
la boca del lobo.
(Quiero destacar aquí la terrible y
espectacular caracterización del hombre lobo que realizaron Demián y Emiliano;
una imagen fantástica, a la vez animal y antropomorfa, que sostendrían a lo
largo de toda la serie y, particularmente, en todas las carátulas.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario