Bibracto es galo y ha sido atrapado
por los romanos. Permanece cautivo junto con otros prisioneros en un pozo
inmundo del que solo sale para servir a los que manejan el látigo, cosa que ha
entendido rápidamente puede darle un mejor pasar. En esa rara armonía, Bibracto
hasta ayuda a los legionarios a evitar un número excesivo de fugas.
Los romanos traen a un nuevo
prisionero y se lo llevan una y otra vez solo para torturarlo y volverlo a
arrojar al pozo. El recién llegado le pide al galo que lo mate y le evite el sufrimiento
por el que está pasando. Grande es la sorpresa de Bibracto al descubrir que esa
persona no es otro que Hermann, el libertador de los germanos.
Este episodio, escrito por Ricardo Ferrari y con dibujos de Sergio Mulko, fue publicado en la revista Fantasía Súper Color 123, el 17 de agosto de 1989.
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El duende y la libertad
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