jueves, 16 de enero de 2020

Aar - Episodio 8 - El héroe de Sig (1)

La guerra entre Sig y Qabor está a punto de comenzar. Aar está camino al reino de Zurm para ofrecerles su libertad a cambio de que se unan a su ejército. Mientras tanto Pram, el príncipe de Qabor, recibe una advertencia del mago del reino; si Aar consigue el apoyo de Zurm entonces la guerra estará declarada. La magia se mezcla en la contienda y para obtener resultados se deben hacer sacrificios.
El rey de Zurm está dispuesto a recibir a Aar y escuchar su propuesta, aunque sepa que su respuesta será negativa. Sin embargo, gran parte de su tropa está formada por hombres nombrados por Pram a cambio de protección y ellos no tienen ninguna intención de que el jefe del ejército de Sig siquiera entre a la ciudad. 
El rey, ante la amenaza de Qabor, decide no recibir en la ciudad a Aar y envía a su hijo a hablar con el guerrero para evitar que se acerque a la ciudad. A pesar de las advertencias, Aar no está dispuesto a retroceder.


Compartimos con ustedes los comentarios de Emilio Saad acerca de este episodio y del final apresurado de la serie:

Inicialmente yo proyecté una serie de más de veinte episodios. Debía, sí, terminar como terminó, pero después de varias vicisitudes intermedias. Los primeros episodios de la serie fueron bien recibidos. Pero -como les dije antes- es posible que su naturaleza mágica y sobrenatural, no terminara de convencer en la editorial. Columba tenía una larguísima tradición de "realismo" y recién en esos últimos años estaba incursionando -con cuidado- en el terror y lo sobrenatural. E inclusive lo sobrenatural solía venir respaldado por la ciencia ("Yo, la bestia") o la religión ("El exorcista"). Recuerdo la resistencia que hubo, al principio, por el carácter absolutamente fantástico del "Drácula" que luego realizaría muy bien Ricardo Ferrari. 
Y en "Aar", una de las cosas que más cuentan es la magia. El héroe aparece atrapado por fenómenos fantásticos que lo sobrepasan (yo lo quise así), tanto como preso de los sentimientos que promueve en la princesa. Una vez en marcha la serie, mi idea era presentar a la "fuerza" (Aar) debatiéndose entre la magia (Vorio) y los sentimientos (Niria, la princesa). En el episodio 8, Vorio lo expresa con bastante claridad.
Pero bueno, a la altura del episodio 6, me pidieron que cerrara la serie. Yo ya tenía escrito el episodio 7 ("Los ojos"). De manera que escribí un largo episodio final ("El héroe de Sig") que finalmente dividí en dos entregas.

Y aquí llegamos al apresurado final. En el episodio 8, el gran mago de Qabor le exige al príncipe Pram que sacrifique su mano para conseguir su victoria. Una victoria que ambos presienten difícil ante el poder que está cobrando el reino de Sig, gracias a la magia de Vorio y a la fuerza de Aar. Vorio lo advierte y comprende que para equiparar los tantos (o superarlos) también Sig debe hacer un gran sacrificio. En este caso, sacrificarán "la fuerza". Es decir, sacrificarán a Aar. La princesa lo sabe, lo sufre y lo acepta. En definitiva, el poder de la fuerza y el poder de los sentimientos, quedan supeditados al poder de la magia. Pero, en realidad, los tres poderes deben actuar sin reservas a favor de la "razón de estado". (También en este episodio hay un error: se da una razón para el origen de la mano mágica de Pram, que contradice lo dicho en el episodio 4; no quiero eludir responsabilidades, pero esta clase de errores no es la que yo podía cometer).

Este episodio, escrito por Douglas Moore (Emilio Saad) y con dibujos de Rubén Meriggi, fue publicado en la revista Fantasía Súper Color 141, en septiembre de 1992.







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Próximo episodio:
El héroe de Sig (2)
 

 

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