(37)
El defensor pidió la presentación
de una mujer llamada Olga Ducroy.
Era una anciana que había trabajado
siempre en el servicio doméstico,
y por muchos años en San Francisco.
Cuando ingresó al recinto
sonrió ostensiblemente al Doctor Duggan...
(texto que contiene esta obra)
No hay comentarios:
Publicar un comentario