Artículo publicado en la revista D’artagnan Anuario Nº 3, impresa el 14 de enero del año 1971.
Revisando mi nueva “Gran” compra, el Anuario D’artagnan 3 de 1971, encuentro un espacio de publicidad, supongo, algo raro, con el título UN SALTO AL VACIO…, "El vívido relato de tres experiencias sobrecogedoras", decía el encabezado, mi memoria afectiva retrocedió instantáneamente a mis 24 añitos (había tenido prórroga), con un claro retumbar de mi ritmo cardíaco; “esto es algo que yo viví”, y me dije: yo también voy a hacer el relato de mi primer salto, como hicieron esos soldaditos, con casi 20 años de diferencia entre vivencias.
En los tres relatos percibí, automáticamente, el miedo, mi mismo miedo, ese miedo paralizante que me hizo aflojar las piernas ante la puerta abierta del Hércules C-130 y me dejó de rodillas ante el vacío… y en un rapto imperceptible de locura, salí de panza del avión, UN SALTO AL VACIO, como dice el titulo… literalmente. Estuve muchos años con la imagen de esa puerta, fría y llena… de vacío. Cuántas cosas han significado en mi vida, de 24 años, llena de incertidumbres, trabajo, estudio, novia, familia; todas cosas por resolver en ese momento de encrucijadas. Pero bueno, pude superar algunos miedos, entre ellos, los de saltar siete veces en total y convertirme en Paracaidista Militar.
Hay cosas que yo creo que no son al azar, como encontrarme con esta revista, inconseguible para mi por muchos años y encontrar este articulo sobre algo que marcó mi vida, de cómo reconocer el miedo y verlo de frente, como una puerta al vacío.
El resto de los miedos también se fueron diluyendo, pero claro esas son otras historias.
Tapa e índice de la revista en que se publicó:
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