Instantes más tarde, el automóvil, llevando en su interior al desvanecido Caill, saltaba hacía aguas del Lea River. —Ahora quedo yo solo con todas las llaves en mi poder— fue la frase de despedida del asesino.
Adaptación de la novela de Lewis Haroc, editada en revista Intervalo Semanal, Nº 1014, año XX, el 25 de diciembre de 1964. Con dibujos de Martha Barnes.
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