Hacía ruidos en muchas partes y a veces, sobre los empedrados desparejos apenas se oía el del motor. Era obsoleto y ruinoso. Pero a él le gustaba; lo quería como a un pariente pobre, viejo y enfermo.
Editado en revista Intervalo Álbum, Nº 201, en marzo de 1969. De Osvaldo Arregui, con dibujos de Carlos Eyré.
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