domingo, 8 de diciembre de 2019

Sueños del Vampiro - Episodio 1

Myrna ha crecido en una casona alejada de la ciudad junto a su padre y a su sobreprotectora institutriz, la señorita Perrodon. La muchacha, a punto de cumplir dieciocho años, ha vivido entre libros y músicas de clavecín sin tener prácticamente contacto con nadie del exterior. 
Sin embargo, esa vida aburrida y anodina cambia en el momento en que una joven desconocida con ropas de fiesta irrumpe montando un caballo desbocado. Su nombre es Carmilla y no recuerda absolutamente nada de como llegó hasta ahí. Myrna, a pesar de las circunstancias, se siente feliz de tener a una muchacha de su edad en la casa. Además reconoce en Carmilla a una mujer que se le presentó en sueños en su infancia y cree que están predestinadas a ser grandes amigas.


Aprovechando el comienzo de esta miniserie de terror (adaptación de una famosa novela), a continuación seguimos compartiendo con ustedes los interesantes comentarios de Emilio Saad, su autor. En esta ocasión se refiere a la manera en que la editorial encomendaba las adaptaciones de novelas a historieta, así como también al momento en que se decidió incluir el terror en las revistas de Columba y su predilección personal hacia dicho género.


Las novelas convertidas en series siempre me fueron encomendadas por la editorial. De todas formas se trataba de versiones y yo estaba autorizado para incluir circunstancias y elementos nuevos dentro del argumento literario. (También hay que decir que a estas inclusiones no siempre las hice). Los únicos textos literarios que elegí yo, fueron los cuentos de Edgard Allan Poe. Hice cuatro: El gato negro, El corazón delator, La máscara de la muerte roja y El señor Valdemar. Creo que están entre mis mejores trabajos en historieta. Particularmente El señor Valdemar cuyo texto original es una especie de informe. Hubo que hacer una tarea de dramatización y visualización que fue todo un desafío. Lamentablemente, cuando ya estábamos al borde del dibujo hubo problemas con el Fondo Nacional de las Artes y el material no se pudo publicar. Lo mismo pasó con "El resplandor" de Stephen King, que debí suspender -cuando ya estaba por el cuarto episodio- porque no se consiguieron los derechos. Aun así, todos esos guiones que no salieron me fueron pagados.


No sé si lo notaron pero el terror es uno de mis temas preferidos. Además de haber leído Frankenstein, Drácula, Carmila y etc, desde adolescente me recorría la ciudad buscando cines que dieran esa clase de películas. Recuerdo haber encontrado uno, por Villa Devoto que no salía en el diario y estaba especializado en terror. Daban tres películas seguidas, en continuado. Yo me volví loco. Iba por allí todas las semanas. Muchos años después, terminé utilizando esa afición, e incluso ese cine, para escribir un cuento de terror adulto que en su momento presenté en España.


De modo que cuando Columba decidió incluir el terror en sus revistas, para mí fue una fiesta. Y -casualidad o no- yo fui el primer convocado. Esto ocurrió en 1982, después de Malvinas. Épocas de cambios en el país y en la editorial. Claudio Columba llegó a hablar conmigo, a modo de broma, de un destape "a nuestra manera". En fin, me pidieron que adaptara la novela "El exorcista". Luego a Ricardo Ferrari le encomendaron Drácula. Pero con él, inicialmente, no hubo acuerdo. En la editorial todavía se resistían al carácter sobrenatural de la historia de Bram Stoker. Respecto al "El exorcista" no había ese problema. Todo estaba respaldado por la religión. Era creer o reventar. Más tarde Ferrari hizo finalmente ese Drácula. Pero las prevenciones ante lo sobrenatural de alguna forma siguieron, y me parece que llegaron -por ejemplo- hasta mi serie "Aar". 

Tal vez lo mejor que hice por entonces fue "La Profecía 1" (en realidad creo que es una de las mejores cosas que hice en toda mi carrera). También me parece logrado "Frankenstein", donde creo que hay buenas caracterizaciones. Y, sobre todo, buenas dramatizaciones para dinamizar una novela que en realidad es un plomo insoportable. (De todas formas, la invención prodigiosa de ese mito basta para asegurar la genialidad de Mary Shelley; y para colmo lo creó a los 19 años). Yo creo haber sacado un buen partido de las horrendas relaciones entre el ser y su creador: y de las propias angustias del ser. Y puedo decir, con orgullo, que, además de los personajes y algunos datos esenciales, es muy poco lo que le debo a la novela original. 

En fin, adapté muchas novelas e hice varias series de terror creadas sólo por mí. No todas ellas salieron, pero todas me fueron pagadas.

Esta miniserie es una versión libre de la novela "Carmilla" (1872) de Joseph Thomas Sheridan Le Fanu. Este episodio, escrito por Douglas Moore (Emilio Saad) y con dibujos de Etzien (Emiliano Parmeggiani), fue publicado en la revista Fantasía Todo Color 48, el 1 de septiembre de 1988.

* Escaneado por Juan Carlos Massa.







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