Carpenter era el mejor policía de Nueva York, puso al descubierto numerosos arreglos entre políticos y mafiosos y por ello atentaron contra su vida, aunque en el ataque la víctima fue su esposa. Lleno de furia entró disparando en el cuartel de Lampone, el principal sospechoso del atentado, dejando tres muertos y cinco heridos. El teniente termino en la cárcel acusado de homicidio, mientras que Lampone quedó libre por falta de pruebas.
Cumplida su condena, Carpenter sale en libertad y Savarese está seguro que este hecho pondrá muy nervioso a Lampone. La aparición sin vida de tres de los pistoleros que secundaban a Lampone años atrás dirige las sospechas hacia Carpenter. Aunque Savarese intenta justificar su accionar, Falcon intenta hacerle ver que el ex policía no puede hacer justicia por mano propia.
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