Ficha técnica:
Género: Suspenso - Terror
Guión: Douglas Moore (Emilio Saad)
Dibujos: Demián y Emiliano Parmeggiani
Páginas: 12
Publicación: Fantasía Súper Color 147
Fecha: 12/1993
Extras: Adelanto próximo número, índice y portada
* Escaneado por Juan Carlos Massa
Sinopsis del capítulo:
Larry Norton, el misterioso corredor
que fuera el primero en ganarle una carrera a Randy luego de su triunfo en la
Competencia Internacional de Saltos, reaparece para darle algunas
explicaciones. El muchacho se encuentra en un instituto de rehabilitación para
jóvenes drogadictos y allí descubrió gracias a la doctora Pearson que el
deporte era la mejor terapia.
Larry colabora con la doctora y con
el director de la clínica, el profesor Bradley, en sus investigaciones
relacionadas a los responsables del tráfico de drogas en la ciudad. La mujer
quiere conocer a Randy para pedirle que apoye la campaña que está preparando ya
que su imagen puede tener mucha repercusión en el público juvenil. Mientras
tanto, hay cierta gente nerviosa por la denuncia que planea efectuar la doctora
Pearson y no piensa quedarse sin hacer nada al respecto.
* Se trata del episodio número 20 en orden de lectura, aunque aparece impreso con el número 12.
Comentarios del autor acerca de este episodio:
ATENCION: Incluye spoilers acerca de la trama del capítulo.
Toda felicidad es provisoria. Pero
también toda desgracia. Supongo que la esperanza reside en eso.
Randy, convertido aparentemente en
un hombre "normal", siente que debe aprovechar esa nueva oportunidad
que se le da. Y hay que pensar que él es "normal" pero no común: es
un laureado deportista, a esa altura conocido en todos lados. Por lo tanto,
ayudará con su nombre y su imagen a popularizar la campaña que un grupo de
personas está haciendo contra los narcotraficantes que dominan la ciudad.
Y vendrá, por supuesto, la respuesta
de éstos. Otra vez tendremos la crueldad manifiesta contra animales y el
cobarde sadismo de los que detentan el poder. Pero, además -sobre todo-
conoceremos a la doctora Pearson, tranquila, eficiente, a la que Randy puede
imaginar en medio de un derrumbe "con la mano extendida, no para pedir
ayuda, sino para resguardar lo que se pudiera". Y veremos a Randy utilizar
sus habilidades de corredor y saltador para alcanzar a un delincuente en fuga.
Este es el episodio final de
"Yo, la bestia" y aunque tengo mis reservas ante él, siento que no
podría terminar de otra forma. Como le dice el doctor Murray: Randy no sólo
sirve como imagen popular para la campaña antidrogas; él sabe perfectamente lo
que es probar una substancia adversa; y sabe las consecuencias alarmantes a las
que se puede llegar; él, entonces, está en mejores condiciones que nadie para
dar testimonio sobre el tema.
Por lo demás, todo ser humano es
provisorio. Y también deben serlo sus sentimientos, como ése que Randy ahora
empieza a sentir por la doctora. Pero a la vez, provisorios o no, el hombre, la
mujer y los sentimientos, están ahí; existen.
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